JORGE OTEIZA
Orio (Guipúzcoa), 1908-San Sebastian 2002 Escultor, pintor y teórico español.
Tras un inicio de formación en Medicina que abandona a los tres años, se dedica a la escultura. Aborda distintos oficios como medio de vida y marcha a América del Sur en 1935. Allí compagina durante años la creación con la enseñanza de la cerámica y la publicación de sus reflexiones sobre teoría de arte. Vuelve a España en 1949 y se adscribe a la renovación. Recibe el encargo de la realización de las esculturas de la Basílica de Aránzazu en 1950, proyecto que no se llega a realizar. Con él se manifiesta su orientación hacia el constructivismo y se centra en el estudio del problema del espacio que convierte en elemento activo en la escultura. Evoluciona desde las formas expresionistas proyectadas para la Basílica de Aránzazu a una reflexión muy meditada sobre el vacío, que pasa a ser protagonista de la obra en detrimento de las formas materiales. Pretende expresar con ello “el vacío existencial del espíritu humano”, sobre todo entre 1956 y 1959 en Conjuciones, Expansiones y Cajas metafísicas. Se basa para esta expresión en la confianza en las facultades intelectuales del artista, el carácter conceptual de la modernidad y la representación de lo espiritual, buscando en sus piezas, a través de la geometría, la captación y transmisión de lo universal. Completan su obra los escritos teóricos, entre los que destaca Quousque tandem…! Ensayo de interpretación del alma vasca (1963); la Fundación de GAUR (Grupo Fundacional Guipuzcoano) (1966) y la Escuela de Deba (1969, muestras elocuentes de su interés por la investigación, el experimentalismo y la nueva pedagogía). Su obra influye en la generación más reciente de artistas vascos. Se prepara la próxima apertura de la Fundación Museo Jorge Oteiza en Alzuza (Navarra) cuyos fondos, junto a otros préstamos particulares, inauguraron la sala de exposiciones Sala Kubo del Kursaal de San Sebastián (2000).